La muerte de un trabajador en las covachas que los medios de comunicación televisivos han mostrado, desnudan uno de los rostros que tratan de esconderse, alrededor del espejismo creado por las grandes inversiones en turismo. Recuerdan las condiciones sociales que se establecían en las regiones controladas por las compañías bananeras, que en otros tiempos provocaron las reacciones que históricamente conocemos.
La época actual, el desarrollo social de Costa Rica, las condiciones socioeconómicas de la región, hacen inconcebible que esto ocurra. La circunstancia de que muchos de los trabajadores sean nicaragüenses, no puede ser admitida, por inhumana y abusiva, como atenuante para semejante abuso e incumplimiento de los derechos laborales y humanos que a ellos les corresponde.
Mucho menos teniendo en cuenta que las ganancias que tales empresas, hoteleras y constructoras, puedan obtener. De seguro compiten con las que esperan quienes ambicionan establecer la minería a cielo abierto, o la posible explotación de petróleo en nuestro territorio.
¿Cuántos hoteles de tantas estrellas, se han construido y se van construir en las hermosas playas de Costa Rica, a lo largo de las costas de Guanacaste y Puntarenas? ¿Se están respetando los derechos humanos y laborales de los obreros que ahí laboran?
El Pacífico costarricense tiene muchas otras riquezas que están siendo explotadas y hasta el momento se carece de los medios, los recursos y la voluntad necesaria de hacer cumplir las leyes. ¿Acaso es la primera vez, que sólo al ocurrir una muerte, las autoridades se enteran o ponen atención al problema?
Costa Rica es gran atrativo para grandes inversionistas europeos y de otros latitudes, pero algunos parecen no tener miramiento en las condiciones inhumanas, en que se tiene a quienes construyen tan lujosos edificios.
Los turistas vendrán a disfrutar lo que con el sudor de trabajadores costarricenses y migrantes nicaragüenses, unos legales y la mayoría de contrabando, están construyendo en nuestras costas del océano Pacífico. Da la impresión que la sobreexplotación de estos obreros, es también otro asunto que debería ser atendido como corresponde por el Ministerio de Trabajo, para eso tiene instrumentos legales de sobra. ¿Qué más debe ocurrir para que actúe como la ley le manda?
Se ha puesto en evidencia que las construcciones ocupan una gran cantidad de mano de obra nicaragüense, que una parte de esos trabajadores se trasladan temporalmente al lugar, donde son alojados en covachas que no tienen las condiciones sanitarias mínimas para el abastecimiento de agua, preparación de las comidas y habitabilidad de las personas. ¿Cómo es posible que no les brinden la atención médica mínima y los hagan laborar jornadas extenuantes?
La muerte de un trabajador ocurrió no solo por el hacinamiento en que son alojados. Es claro que con atención médica no hubiera ocurrido, lo que en nuestro país es inconcebible. La empresa hotelera definitivamente está involucrada y tampoco puede hacerse de la vista gorda.
Tenemos leyes laborales, sanitarias y de seguro social que, en el caso de la empresa que construye dicho hotel, no han sido respetadas. Esto es parte de la ética y la responsabilidad que una empresa extranjera debería tener, si pretende instalarse en nuestro país, para disfrutar de los dividendos que seguramente le generará su inversión.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Covachas inhumanas, para hoteles de lujo en las playas del Pacífico de Costa Rica.
Etiquetas:
Pensamiento económico,
Realidad nacional
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